Tener animales de compañía es, para mucha gente, como tener un miembro más de la familia. Todo aquel que haya tenido animales en casa sabe del cariño y amor incondicional que pueden proporcionarnos un perro, un gato o un conejo en nuestras vidas.

Los animales de compañía sienten como nosotros, viven lo que nosotros vivimos y en ocasiones pueden llegar a ser una verdadera extensión de nosotros mismos.

 En este post hablaremos sobre animales, sobre las ventajas de tener animales en casa y sobre un montón de curiosidades sobre nuestros amigos de otra especie. Si quieres saber más, sigue leyendo las próximas líneas.

Animales de compañía en casa: lo que debes saber

A primera vista, parece obvio que tener mascotas en casa es una idea estupenda si nos gustan los animales. Pero además, es importante saber que numerosos estudios científicos hacen hincapié en varias ventajas que supone tener mascotas en casa:

• Nos mantiene activos, pues tener mascotas (como por ejemplo un perro) requiere una cantidad no desdeñable de cuidados, como pasearlos, limpiarlos, jugar con ellos… que son una excusa perfecta para movernos y tener un estilo de vida activo.
• Reduce nuestros niveles de estrés y mejora nuestro humor. Sin lugar a dudas, pasar un rato agradable al lado de nuestra mascota es una excelente manera de relajarnos y distraernos de nuestro día a día.
• Mejora nuestra vida social. Si tenemos un perro, por ejemplo, es una excelente manera de conocer gente que pasee a sus perros por la misma zona que nosotros. En muchas ciudades se organizan quedadas para pasear a los perros y que jueguen entre ellos, siendo esta una oportunidad perfecta para socializar.
• Aunque parece un tanto obvio, las mascotas nos pueden dar enormes cantidades de compañía y cariño si vivimos solos. Tener una mascota es una gran idea para las personas que, por un motivo u otro, vivan solas sin desearlo. Ocuparnos de sus necesidades y sentir su cariño puede ayudarnos a sentirnos acompañados.
• Mejora nuestra autoestima. Dado que la mascota depende de nosotros para su cuidado y bienestar, ser responsable de un animal nos ayudará a sentirnos necesarios y útiles, mejorando así nuestra autoestima y percepción de nosotros mismos. Un buen cuidado de la mascota nos hará sentir que hemos cumplido con nuestro deber para con ella.

¿Se parecen las mascotas a sus dueños? Lo que dice la ciencia

Seguro que en algún momento has oído aquel dicho de que los animales se parecen a sus dueños en la personalidad. Aunque pueda parecer un mito, algunos estudios científicos han estudiado esta posibilidad y han encontrado conclusiones sorprendentes.

Un  estudio publicado en Animal Physiology intentó evaluar las personalidades de un millar de perros y sus dueños. Los dueños recibían un cuestionario estándar, mientras que los perros (que por desgracia aún no saben escribir) fueron estudiados según su comportamiento.

Este estudio descubrió que los perros y sus dueños comparten muchas características de su personalidad. Las personas complacientes tienen el doble de probabilidades de tener un perro que sea poco agresivo que alguien menos complaciente.  Así, podemos ver como la afirmación de que los perros se parecen a los dueños está avalada por la ciencia. ¿Conoces algún perro que se parezca a su dueño?

Las mejores mascotas para acompañarnos

Si nos gustaría tener la compañía de algún animal pero no sabemos por dónde empezar, siempre podemos pensar en qué preferimos en nuestro día a día. Lo ideal es tener una mascota no demasiado grande para poder ocuparnos de ella sin problema.

Además, te recomendamos que en lugar de comprar mascotas, las adoptes en una protectora de animales, pues tendrás la oportunidad de dar a tu futura mascota una vida mejor.

A continuación, podemos pensar en nuestras necesidades personales o sociales. Los gatos son una mascota que requiere menos cuidados que un perro, pero por lo general suelen ser un animal más independiente que no dependerá tanto de nosotros.

Si elegimos un perro, podemos pensar en si queremos una raza activa y juguetona, como el yorkshire terrier, o un animal más tranquilo y calmado como el bulldog o el carlino. Aunque por supuesto, todo dependerá: quizás nuestra personalidad se adapte al de nuestra mascota, como hemos visto antes… ¿no crees?

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