Con cada vuelta que la tierra da alrededor del Sol, las personas queremos reinventarnos hacia un nuevo y mejor yo. Los propósitos de Año Nuevo son una manera estupenda de progresar como personas, mejorar nuestras relaciones, bienestar y también de hacer de este mundo un lugar más habitable.
Desde Canal Sénior queremos ofrecerte una serie de propuestas para implementar cambios en tu día a día, cuidar de tu bienestar y mejorar la forma en que te relacionas con el mundo. Si deseas saber más sobre cómo cambiar tu vida este recién estrenado 2023, solo tienes que seguir leyendo el artículo.
El deseo de cambiar para bien es algo tan antiguo como la propia historia humana. Aunque no se sabe exactamente los orígenes de los propósitos de Año Nuevo, algunas fuentes hablan de que todo empezó con la civilización de Babilonia, hace 4000 años. Cuando el año comenzaba en su calendario, los babilonios empezaban a sembrar sus cultivos y hacer promesas para pagar sus deudas.
El deseo de un cambio a mejor nos impulsa como personas, pero no es suficiente. Según numerosos artículos de expertos en psicología humana, lo más relevante para alcanzar nuestros propósitos de Año Nuevo es:
Aunque está genial tener muchos propósitos e ideas para el año nuevo, si nos proponemos demasiadas metas podemos perder el foco y dispersarnos, fracasando en todas ellas. Por ello, lo más inteligente es centrarnos en un único reto u hábito que queramos introducir (o eliminar) de nuestras vidas en 2023. De esta manera, podremos dedicar nuestro tiempo y energía a esta única cosa y no lo perderemos por el camino.
Si a duras penas nos cuesta salir a pasear, no podemos ponernos como meta correr una maratón a final de año. La magnitud del reto nos asustaría, y lo veríamos como algo tan inalcanzable que lo abandonaríamos al poco de empezar. Si nos ponemos como reto algo ambicioso pero realista (desarrollar el hábito de salir a correr dos veces por semana) podremos pintarlo en nuestra cabeza como algo deseable y alcanzable, lo cual nos permitirá, a través del esfuerzo, hacerlo realidad.
Para conseguir que un hábito se quede con nosotros, no hay nada cómo registrar nuestros progresos con el mismo. Por ello, registrar nuestros patrones de ejercicio, llevar un diario de nuestra dieta o contar cuántas veces hemos bebido agua en el día de hoy es una buenísima idea si queremos que estos hábitos perduren.
Una de las cosas más complicadas de asumir en el campo del crecimiento personal es la siguiente: el progreso nunca es lineal. Cuando aprendemos algo, nos encontramos con retos demoledores, retrocedemos, damos vueltas… Hasta que eventualmente encontramos nuestro camino.
Por ello, si nos proponemos algo para el año que entra, es importante no desanimarnos si al principio vemos que no estamos mejorando. Lo importante es ser constante y seguir con ello, por muy negro que veamos el camino. No lo olvides: hasta el pianista más virtuoso se equivocaba al teclear sus primeras notas.
La mayoría de las personas suelen marcarse grandiosos propósitos de Año Nuevo. A pesar de ello, hemos pensado que más allá de los clásicos (perder peso, hacer ejercicio, leer más, etc.) existen cientos de pequeñas cosas que podemos implementar en nuestra rutina diaria que, sin duda, harán de nuestra vida una experiencia mucho más agradable.
A continuación, desgranaremos una serie de pequeños cambios que podemos hacer en nuestra vida diaria que sin ninguna duda tendrán un impacto más que positivo.