A lo largo de las últimas décadas, la sociedad ha sido cada vez más consciente de los peligros del cambio climático. Como consecuencia de ello, en los últimos años, se viene observando un cambio radical en las políticas de gobiernos y empresas. Aunque con mucho camino por recorrer, es cada vez más extendida la idea de que el cambio climático es un problema global que nos atañe a todos, y que debemos aunar esfuerzos para mitigarlo.
Este necesario cambio de mentalidad ha ido enfocado casi exclusivamente en uno de los aspectos del cambio climático: las emisiones de carbono. Los gobiernos y empresas prometen neutralidad en carbono con un plazo de décadas y dirigen sus esfuerzos a compensar las emisiones de CO2 que sus actividades producen.
No obstante, el Cambio Global es un problema con muchísimas caras, una de las cuales es el cambio climático. Centrar los esfuerzos en mitigar las emisiones de carbono puede suponer que se obvien otros problemas tan o más graves que el calentamiento global.
A lo largo del artículo, descubriremos que es ‘el túnel de carbono’, qué consecuencias tiene y por qué deberíamos preocuparnos por los múltiples efectos del cambio global.
Lo que en la prensa y medios se llama ‘Cambio climático’ en general, es en realidad un problema mucho más amplio que no solo afecta al clima terrestre a consecuencia de los peligros del cambio climático.
Para hacernos una idea de lo que estamos hablando, conviene repasar algunos de los hechos que todos conocemos:
Este razonamiento, formulado de manera sencilla, es la base de todas las políticas climáticas del mundo: la idea es reducir al máximo la cantidad de dióxido de carbono en la atmósfera, evitando su liberación y favoreciendo su captación.
Hasta aquí, todo bien. Se trata de un diagnóstico del problema certero, y unas soluciones muy bien pensadas, pues no en vano se están gastando miles de millones de euros en esta problemática. El problema viene cuando se obvia el hecho de que el efecto de los seres humanos sobre el ecosistema no se limita sólo a cambios en el clima.
Para lidiar con el problema del cambio global, debemos ser conscientes de toda su dimensión. Así pues, debemos tener en cuenta que los humanos llevamos decenas de miles de años extrayendo recursos, cultivando y cazando animales, lo cual indudablemente tiene huella en la tierra.
Por tanto, es importante tener claro que:
La sobreexplotación de la tierra ha tenido consecuencias funestas sobre el equilibrio ecológico de la Tierra. Aunque están relacionados, no es lo mismo que el calentamiento global. Hacer esta distinción y ser consciente de estas diferencias es importante para no tomar decisiones enfocadas únicamente a la reducción de la emisión de gases.
El túnel del carbono es una expresión utilizada para indicar que, en ocasiones, las políticas climáticas van enfocadas exclusivamente a mitigar las emisiones de carbono, olvidando u obviando otros problemas en el proceso.
La realidad es que, si únicamente se tiene en cuenta la reducción del CO2 atmosférico, solo estamos luchando contra una parte del problema. Esto es problemático, sobre todo cuando se toman medidas que a la larga son perjudiciales en otros aspectos:
La obsesión por las energías renovables, las cuales no emiten carbono a la atmósfera puede llevar a destruir ecosistemas enteros para construir una planta solar o un parque eólico. Por desgracia, en nuestro país se han permitido auténticos atentados con etiqueta ‘verde’ que han afectado gravemente a la fauna y flora locales.
En conclusión, para afrontar los peligros del cambio climático deberíamos aplicar un enfoque multifactorial, esto es, darnos cuenta de que es un problema con muchas variantes y diversas soluciones. Aunque es positivo tomar acciones para reducir nuestras emisiones de carbono, es necesario tomar consciencia de lo diversos que son los problemas relacionados con el Cambio Global: deforestación, defaunación, contaminación de las aguas, exceso de nutrientes, etc.